La escuela que escucha

Por Renata Vuller

Los desafíos invisibles de educar en una época saturada.

Renata Vuller propone mirar la educación desde un ángulo que rara vez aparece en las noticias: el estado emocional real de los estudiantes.

No estadísticas.
No políticas.
Sino clima.

Cuando la ansiedad crece como un murmullo de fondo, cuando la atención se fragmenta en pantallas, cuando la casa se vuelve incierta, la escuela queda en el centro.
No para enseñar contenidos: para sostener humanidad.

En Salto, un aula puede ser un refugio.
En Tumé, sería un santuario de luz interna.
En cualquier territorio, es un espacio donde un gesto humano puede cambiar un destino.

Vuller escribe: “La educación del futuro será la que logre escuchar lo que todavía no sabemos decir”.

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